Benito Juárez, nacido el 21 de marzo de 1806 en San Pablo Guelatao, Oaxaca, es una de las figuras más emblemáticas de la historia de México. Con raíces zapotecas y una infancia marcada por la pobreza, Juárez rompió barreras sociales para convertirse en un símbolo de justicia, igualdad y determinación.
Desde joven, mostró un profundo interés por la educación. Estudió derecho en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, donde consolidó su visión sobre la importancia de un gobierno basado en leyes y en la protección de los derechos individuales. Su carrera política comenzó como diputado local y, más tarde, alcanzó la gobernatura de Oaxaca. A lo largo de su trayectoria, se destacó como un defensor de los ideales republicanos y de un México soberano.
Uno de los capítulos más relevantes de su vida fue su papel en las Leyes de Reforma, una serie de políticas diseñadas para separar la Iglesia del Estado, limitar el poder del clero y redistribuir la riqueza de tierras. Estas reformas desataron tensiones internas, pero también cimentaron los cimientos de un México moderno y laico.
Durante la Intervención Francesa, Juárez lideró la resistencia contra las fuerzas extranjeras y el Imperio de Maximiliano. Gracias a su liderazgo incansable, logró restaurar la República en 1867. Su presidencia fue un reflejo de sus ideales: un gobierno basado en la justicia, el orden y el progreso.
En la actualidad, Benito Juárez es recordado como un héroe nacional. Su figura adorna monedas, billetes y monumentos en todo el país, recordándonos que su lucha por la igualdad y la justicia continúa siendo un ejemplo para todos los mexicanos.
Los restos de Benito Juárez descansan en el Panteón de San Fernando, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Este panteón es un lugar histórico que alberga las tumbas de varios personajes ilustres de México, como Ignacio Zaragoza y Vicente Guerrero.
El mausoleo de Benito Juárez, situado en el centro del panteón, está protegido por rejas negras y decorado con esculturas de mármol. En él se puede leer su famosa frase: "El respeto al derecho ajeno es la paz". Su vida es un recordatorio de cómo la perseverancia y la educación pueden transformar no solo a una persona, sino también a una nación entera.
Este lugar es accesible al público y la entrada es gratuita, lo que lo convierte en un sitio ideal para quienes deseen rendir homenaje al Benemérito de las Américas.